Cómo fortalecer las articulaciones de un perro

El cuidado de la salud de nuestro amigo no empieza cuando está comienza a deteriorarse. A lo largo de toda su vida debemos tomar medidas para que en su última etapa pueda gozar de una buena salud. Para ello, os dejamos algunos consejos para fortalecer las articulaciones de un perro.

Cómo fortalecer las articulaciones de un perro

Qué son las articulaciones de un perro

Las articulaciones son una estructura que funciona como la unión de dos huesos. Estas se componen de diversas partes: la cápsula, el cartílago, la membrana sinovial, los tendones y los ligamentos, principalmente. Cada tipo de articulación varía con respecto a las demás.

Todas ellas son las que nos permiten la movilidad, por lo tanto, cuando comienzan a deteriorarse, se reduce el movimiento y se experimenta dolor. Su desgaste impide que puedan absorber el impacto al moverse. Por este motivo, es conveniente fortalecer las articulaciones de un perro desde que se encuentra sano. Así evitaremos que estas degeneren precipitadamente y causen malestar.

A continuación vamos a conocer algunos consejos que nos ayudarán a fortalecer las articulaciones. Siguiéndolos a lo largo de toda su vida, conseguiremos mejorar la calidad de esta. Como dice el dicho, siempre es mejor prevenir que curar.

Consejos para fortalecer las articulaciones de un perro

Con estos sencillos pero efectivos consejos lograremos fortalecer las articulaciones de nuestro y perro y mejorar su salud en general. Empieza a ponerlos en práctica desde ya y no esperes a que sea demasiado tarde.

Controla el peso

El principal motivo por el que sufren las articulaciones es el exceso de peso. Esta sobrecarga las va debilitando y aumenta el dolor que se siente cuando estas se desgastan. Por tanto, para fortalecer las articulaciones de un perro, debemos controlar su alimentación.

Como sucede con los humanos, el metabolismo se va ralentizando con la edad, por lo que según avanza esta, debemos reducir el aporte calórico. Si estamos acostumbrados a darle también de nuestra comida, hay que tener en cuenta que aunque sea un capricho, también aumenta las calorías totales que ingiere.

Mejora su alimentación

Aunque los preparados de pienso contienen todos los nutrientes necesarios, a veces es conveniente tomar complementos que nos ayuden a fortalecer las articulaciones. Especialmente cuando se trata de perros de avanzada edad o susceptibles de sufrir este tipo de patologías.

La L-carnitina y los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son muy importantes para fortalecer las articulaciones desde dentro. Los alimentos ricos en proteínas, como la carne o el pescado, ayudan a nutrir el colágeno que se encuentra en el interior de aquellas.

En lo referente a los aceites, el de coco, de semillas de linaza o el de Krill son muy buenos para fortalecer las articulaciones. Consulta con tu veterinario o en tu tienda de animales si tienes dudas sobre qué alimentos elegir.

Realiza ejercicios con frecuencia

El hecho de que los perros estén domesticados y habituados a vivir en casas, no significa que puedan tener una vida sedentaria como muchas personas. Los animales necesitan pasear varias veces al día y realizar actividades como correr y jugar. No solo se sentirán felices, sino que también ayudará a fortalecer las articulaciones.

Si mantenemos a nuestro perro en forma desde joven, sus músculos serán más fuertes y podrán soportar mejor las articulaciones. Cuando su edad sea más avanzada, su nivel de actividad será más suave, pero también disfrutará corriendo. Recuerda que fortalecer las articulaciones nos ahorrará muchos problemas futuros.

Con estos sencillos consejos podemos marcar una importante diferencia en la salud de un animal. Fortalecer las articulaciones de nuestro perro es prácticamente una obligación como dueños. Además, las horas de juego mejorarán el vínculo entre ambos.

Uno de los puntos más delicados para la salud de un perro son sus patas. La presencia de lesiones en ellas no sólo les dificultará el movimiento. También pueden incidir en su salud a la largo. Por lo tanto, es necesario cuidar las extremidades caninas para evitar y prevenir, en la medida de lo posible, los principales problemas en las patas del perro. Bastará con seguir unas sencillas pautas.

Algunos enemigos de las patas del perro

Además de los golpes ocasionales que pueden ocasionar lesiones a los perros en las patas, hay varios enemigos que van minando su salud. Uno de ellos es la edad. Tal como les pasa a los humanos, a medida que los perros van cumpliendo años su salud de va resintiendo. Cuando un perro ya tiene unos años, sus articulaciones van resintiéndose. Ya no son tan elásticas ni fuertes como antes. Por lo tanto habrá que vigilarlas con cuidado.

Para ello, conviene palpar sus patas con atención cada cierto tiempo, y comprobar que no tienen puntos donde tengan dolores. También hay que vigilar que caminen bien. Y ante la más mínima duda, acudir al veterinario. De esta manera, si el perro tiene una lesión en sus patas o en sus caderas, se puede diagnosticar en una fase temprana y tratar adecuadamente para mejorar la calidad de vida del animal.

Otro de los enemigos de las patas del perro es el sobrepeso. Si ya se combina con la edad, el sufrimiento que ambos factores provocan en las patas del perro puede ser bastante grande. Por suerte, se puede evitar y controlar mejor que los efectos de la edad. Basta con cuidar que el animal haga ejercicio suficiente y adecuado a su edad y estado. Y si aun así tiene tendencia a engordar más de lo debido, es recomendable cuidar su alimentación y cambiarla si es necesario. Así se evitarán daños a sus patas por culpa de un exceso de kilos.

Cómo prevenir problemas en las patas del perro

Cómo cuidar las patas de los perros

En el cuidado de las patas de los perros no hay que descuidar ninguna de sus partes. Algo que en principio puede parecer tan poco importante como las almohadillas sobre las que se apoya tienen que estar siempre lo más cuidadas posible. Así, hay que recortar periódicamente el pelo que aparezca en ellas. También hay que procurar que permanezcan limpias para evitar lesiones.

Tampoco hay que olvidarse de las uñas de los perros, que también necesitan una «manicura» de vez en cuando. En estos casos, lo mejor es llevarle al veterinario para ver qué tipo de cuidados necesitan o a un establecimiento especializado para que se las recorten y limen. Si te atreves, puedes hacerte con un cortauñas específico para perros, sobre los que puedes preguntar la veterinario, y cortárselas tú mismo.

También hay que procurar evitar que el animal camine sobre superficies muy frías, como el hielo, sin protección. Por tanto, si lo llevas a la nieve, algo que para muchas razas originarias de climas fríos es un placer, debes proteger sus patas con botas especiales. O bien, si tu perro no las tolera, aplicar cera protectora en sus almohadillas. Y tras la salida a la nieve, revisa sus almohadillas para evitar que se quede hielo pegado en ellas. Lo mismo sucede con el calor, por lo que hay que evitar que camine en verano sobre superficies muy calientes, como la arena de la playa.

Cuando un perro se va haciendo mayor, sus necesidades van cambiando. También los cuidados que debemos prestarles para que su vida siga siendo plena y de calidad cuando se convierten en perros senior. Por eso, a partir de cierta edad, pueden empezar los achaques. Y antes de lo que piensas. Por lo general, cada año de vida de un perro equivale a siete de un humano. Así que no pasa mucho tiempo hasta que un perro entra en la edad madura. Eso sí, antes de nada, hay que saber cuándo un perro puede considerarse senior.

Perros senior: ¿a qué edad pasan a serlo?

En general, se puede considerar que un perro se senior durante el último cuarto de su vida. Además, los perros pequeños y medianos se convierte en senior más tarde que los de gran tamaño. Por lo general, las razas más grandes pasan a ser perros senior hacia los siete u ocho años. En ocasiones, un año antes. Todo depende de su tamaño, porque cuanto más grande es la raza del animal, antes se le considerará senior.

Mientras, los perros de razas más pequeñas empiezan a considerarse senior hacia los 9 o 10 años, y su esperanza de vida también es mayor conforme se trate de razas más pequeñas.

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Qué distingue a un perro senior

Antes de nada, un perro senior no es en ningún caso sinónimo de un perro enfermo. Más bien se tratará de un perro que ha entrado en la madurez. Por lo tanto, cuenta con no pocas ventajas. Es un animal con cierta experiencia. En general, ya está enseñado y es más tranquilo que los cachorros y perros jóvenes.

Eso sí, esto no quiere decir que se haya convertido en un animal que no realiza actividades. Únicamente implica que no será tan amante de las aventuras como antes, y que empieza a gustarle seguir unas ciertas rutinas.

Qué cuidados dar a los perros senior

Con la madurez de un perro empiezan a aparecer los primeros achaques. También se hace necesario comenzar a controlar su salud con más cuidado. Así, será conveniente llevarle cada cierto tiempo al veterinario para que le haga un chequeo. Es la mejor manera para controlar los problemas que puedan aparecer en su dentadura, en su pelaje, su visión, etc. También para detectar las enfermedades asociadas al desgaste que provoca la edad.

Por otro lado, hay que cuidar su alimentación para evitar el sobrepeso, que aumenta en los perros senior debido a la reducción de actividad física asociada a la edad. Los perros senior que están pasados de kilos pueden sufrir varios achaques en las articulaciones con más frecuencia. En estos casos, las rodillas del perro pueden sufrir las consecuencias. Esto, añadido a que con la madurez las articulaciones de los animales pueden inflamarse y aparecer la artrosis, pueden provocarles problemas para caminar y dolores.

A pesar de todos los controles de peso y médicos, hay ocasiones en que no se puede evitar que aparezca la artrosis. En este caso, además de seguir los tratamientos recomendados por el veterinario, puedes ayudar a que se sienta mejor con un protector para la rodilla de sus extremidades afectadas. O si la artrosis afecta a sus caderas, con un arnés especial para ellas. Con él tendrá más estabilidad a la hora de desplazarse.

Cómo detectar la artrosis en los perros

Los animales funcionan de manera similar a las personas. Padecen enfermedades como nosotros, sus articulaciones se van degenerando con el paso de los años y se reduce su movilidad al tiempo que experimentan dolor. Hoy vamos a conocer cómo detectar la artrosis en los perros.

Cómo detectar la artrosis en los perros

Qué es la artrosis y cuándo aparece

Una articulación es la unión que existe entre los huesos y que nos permite movernos de la manera en que lo hacemos. Los extremos de aquellos están recubiertos por un cartílago protector, encargado de dar suavidad a los movimientos y de proteger de impactos.

Cuando este cartílago comienza a perderse o a debilitarse en su estructura, decimos que aparece la artrosis. Esta es, por tanto, una enfermedad crónica y degenerativa que afecta a las articulaciones, y que en algunos casos puede ser congénita. En consecuencia, aparece dolor y se va perdiendo la movilidad de forma progresiva. Estas son algunas claves para detectar la artrosis en los perros.

Tal y como le sucede a las personas que padecen esta enfermedad, los cambios en la meteorología generan malestar. Así, el frío, la humedad o las temperaturas muy elevadas agravan la sintomatología.

En perros de edad avanzada es frecuente que aparezca. Al contrario que en los perros jóvenes, el cartílago ha perdido nutrientes y disminuye el grosor y la flexibilidad. Sin embargo, los traumatismos o los golpes en las articulaciones pueden favorecer también su aparición. La diferencia al detectar la artrosis será que en un caso será general mientras que en el segundo será localizada.

Cómo podemos detectar la artrosis en nuestro perro

Sea joven o de edad avanzada, siempre debemos prestar atención a la movilidad de nuestro perro. Cualquier cambio que se perciba a tiempo será más fácil de corregir o de tratar que otro que se deja avanzar. Detectar la artrosis desde sus primeras fases nos ayudará a prolongar la movilidad del animal.

Problemas con las escaleras

Si tu perro ha comenzado a negarse a subir o bajar escaleras, es posible que acabes de detectar la artrosis. Este tipo de movimientos suponen un impulso o una carga del propio peso que, en el caso de padecer debilidad en las articulaciones, puede suponer un esfuerzo importante.

Encorvamiento

Otra forma de detectar la artrosis es por el encorvamiento. La reducción en los movimientos hace que sea costoso estirarse completamente. De este modo, las extremidades o la columna pueden comenzar a curvarse en exceso.

Falta de energía

Si llega la hora del paseo o le propones a tu perro jugar y ya no responde con la ilusión de antes, tienes ante ti otro síntoma para detectar la artrosis. Lo más probable es que le cueste levantarse o realizar movimientos bruscos.

Cojeras

Las cojeras intermitentes también nos ayudan a detectar la artrosis. Una cojera que llega y desaparece puede deberse a una articulación que comienza a perder fuerza. Si además se queja cuando lo tocamos o evita que lo hagamos, es probable que sienta dolor.

Si crees haber podido detectar la artrosis en tu perro, acude a tu veterinario lo antes posible para que les haga un estudio radiológico. Aunque se trata de una enfermedad degenerativa, existen muchos tratamientos para prolongar su movilidad.

Los perros que sufren una operación tienen que pasar por un periodo de descanso y cuidados para volver a su vida normal. Por lo tanto, la recuperación de perros requiere cuidados especiales que en muchos casos dependen del tipo de operación que han sufrido.

Independientemente de esto, habrá que tener en cuenta una serie de pautas a seguir cuando el animal sale del veterinario y llega a casa. De esta manera estará más cómodo y su recuperación le resultará más llevadera

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Qué hacer para ayudar a la recuperación de perros tras una operación

Mientras el perro está todavía en la clínica veterinaria, conviene ir acomodando su zona de descanso de acuerdo a su estado. Es conveniente mantenerlo especialmente limpio y ventilado. Y lo más tranquilo posible para que el animal pueda estar relajado y sin sobresaltos.

Durante los primeros días, y en función de la gravedad de la operación, es conveniente que no haga mucho ejercicio. Sólo debe salir para hacer sus necesidades. Y en estos casos, no hay que dejarle que se aleje.

También hay que tener mucho cuidado de su herida, y evitar que se la lama. Aunque en muchos casos, que un perro se lama una herida es bueno, si esta tiene puntos no es aconsejable. Podría quitarlos antes de tiempo, y la herida se abriría. Así que, si el animal comienza a lamerse la herida de la operación, hay que hacer todo lo posible para evitarlo.

La manera más sencilla es colocarle un collar que rodee su cabeza, con forma de campana abierta. Este collar, de plástico transparente, impide que pueda hacerlo, y es molesto para el perro. Sin embargo, es la mejor manera de evitar problemas con las heridas.

También hay que recordar darle la medicación que le hayan prescrito. Y hacer que beba abundante líquido. Sobre todo, en las horas posteriores a la operación, para que expulse la anestesia.

Limpieza de la herida

Además de cierta medicación, el veterinario recomendará al propietario de los perros operados cómo hay que cuidar la herida. Sobre todo, cómo tiene que limpiarla para evitar infecciones.

En general, habrá que utilizar para ello una solución antiséptica dos o tres veces al día. Y vigilar con atención la herida para que no haya problemas. Por supuesto, ante cualquier alteración que presente, hay que acudir al veterinario para descartar problemas.

Ayudas externas en operaciones de extremidades

Las operaciones en las extremidades son algunas de las más molestas para los perros. No pocas, además, tardan bastante tiempo en curar. Y algunas incluso requieren rehabilitación específica para que el animal pueda recuperar la movilidad en ella. Siempre y cuando, claro está, que la herida ya esté completamente cerrada y cicatrizada.

En estos casos, el perro puede necesitar algún tipo de soporte o de protector no sólo para evitar hacerse daño. También para poder tener más firmeza en el uso de la pata afectada. Por ejemplo, en el caso de fracturas óseas, puede ser aconsejable ponerle una férula. O sencillamente, un protector o un soporte, que puede ser de rodilla, carpo, tarso, cadera, etc. Con ellos, el perro se sentirá más seguro a la hora de desplazarse.

Cómo identificar el dolor en los perros

De igual modo que les sucede a los humanos, los perros también pueden experimentar dolor y malestar por múltiples motivos. Puesto que ellos no suelen quejarse, debemos saber cómo identificar el dolor para poder llevarles al veterinario.

Cómo identificar el dolor en los perros

Cómo podemos identificar el dolor

Muchos perros no exteriorizan su malestar. Por tanto, hay que prestar atención a su comportamiento para darnos cuenta de si les pasa algo. Si nos fijamos en los detalles, podremos identificar el dolor que estén experimentando y tomar medidas. A continuación vamos a conocer varias señales que pueden esconder un problema.

Se esconden

Cuando los perros sienten miedo tienden a esconderse. Esto lo hacen para refugiarse en algún sitio tranquilo en el que se sientan a salvo. También, cuando se encuentran mal, utilizan este recurso, como medio para descansar y soportar mejor la enfermedad o recuperarse de lesiones. Aunque también se debe a un instinto que les hace protegerse de los depredadores cuando se encuentran débiles.

Así, si observamos que nuestro perro se está escondiendo bajo la cama o los sofás, es una señal para identificar el dolor. Si no hay ruidos externos atípicos ni visitas en casa, puede ser un buen momento para llevarle al veterinario.

Pérdida del apetito

Dicen que cuando el cuerpo está enfermo solicita menos comida para centrarse en combatir el virus que lo ataca. Los perros también muestran este comportamiento, por lo que es una ayuda para identificar el dolor o malestar.

Cuando no se superan las 24 horas sin comer no se considera grave. Sin embargo, es conveniente que el perro se mantenga al menos hidratado. Si esta actitud de inapetencia persiste y no logramos identificar el dolor, debemos acudir al veterinario.

Cojeras o dificultad para andar

La señal más evidente para identificar el dolor en los perros es la cojera. Cuando algo les duele o molesta pisan con dificultad o levantan una de las patas. No obstante, puesto que su resistencia es bastante fuerte, hay que observarles con regularidad. De lo contrario, una cojera leve podría pasar desapercibida y no podríamos identificar el dolor.

Una cojera puede deberse a que han pisado algún objeto pequeño y se les ha quedado entre los dedos, se han cortado o se han hecho una lesión más grave como un esguince o una fractura. En estos casos será el veterinario quien haga el diagnóstico.

Aumento del sueño

Otra señal para identificar el dolor es el aumento de las horas de descanso. Hay ciertas épocas, como los cambios estacionales, en los que podemos necesitar dormir más. Pero cuando esta actitud persiste y afecta a su interés por el juego e incluso los paseos, hay que preocuparse.

Podemos probar a darles otros estímulos y así identificar el dolor en caso de que exista. Si continúa sin responder lo más recomendable es llevarles al veterinario para que determinen allí qué les sucede.

Gemidos y ladridos

Otra de las señales más evidentes para identificar el dolor en los perros son sus propias quejas. Aunque no es lo más frecuente, algunos pueden lloriquear o gemir para llamar nuestra atención. Por otra parte, pueden ayudarnos a localizar la molestia, ya que al palpar la zona dolorida probablemente se quejarán.

Para poder identificar el dolor en los perros tenemos que volvernos observadores. De esta manera, ninguna molestia pasará desapercibida y podremos tratarles con rapidez. Recuerda que cuanto antes localicemos un problema, mayores serán las probabilidades de recuperarse correctamente.

Ayudas para perros con artrosis

Cómo tratar las fracturas de hueso en los perros

Cuando hablamos de fracturas sabemos que hacen referencia a un hueso roto. Sin embargo, no todas las fracturas de hueso en los perros son iguales ni resultan tan evidentes como pensamos. Aprende a detectarlas y a darles el tratamiento adecuado para acelerar la recuperación.

Cuáles son los tipos de fracturas de hueso en los perros

Las fracturas de hueso en los perros se agrupan en diferentes tipos en base a sus características. De este modo, podemos distinguir entre las cerradas, las compuestas, la fractura epifisiaria y las que son en tallo verde.

Cuando se trata de una fractura cerrada, la piel se encuentra en estado normal. Es decir, no, aunque hay una rotura, no hay señales en la superficie de la zona afectada. Sin embargo, las fracturas de hueso en los perros compuestas sí que presentan una rotura también de la piel, a través de la cual aquel sale hacia el exterior.

Estas fracturas de hueso en los perros presentan un riesgo muy alto. Al sobresalir, está en contacto con gérmenes del exterior, lo que pude dar lugar a una infección. Puesto que nos permiten detectarlas fácilmente, debemos acudir al veterinario de inmediato.

En cuanto a los otros dos tipos de fracturas de hueso en los perros, las de tallo verde con pequeñas fisuras. Esto es, el hueso no ha llegado a romperse. Y las epifisarias son las que se producen en zonas de hueso blanda en perros que aún están creciendo. Se les llama placas de crecimiento y son las partes que van aumentando de tamaño.

Salvo las de tallo verde que no llegan a ser fracturas, las demás pueden ser a su vez simples o compuestas. En las primeras el hueso se rompe en un par de pedazos únicamente, mientras que en las compuestas lo hace en más.

Tratamiento de las fracturas de hueso en los perros

Lo más importante para evitar que el daño vaya a más es detectar las fracturas de hueso en los perros a tiempo. De lo contrario, podrá afectarle a la movilidad o al funcionamiento de su cuerpo. A la hora de tratarla, varios factores influirán, como la edad, el tamaño del animal, la zona de la fractura y el tipo de la misma.

Por norma general se realizará una radiografía de la parte afectada y se valorará así la posibilidad de realizar cirugía. En cualquier caso, esta zona deberá ser inmovilizada una vez que el hueso esté alineado. Así permitiremos que vuelva a sellarse y a funcionar correctamente.

Si se trata de un hueso importante, y especialmente en las extremidades, en muchos casos habrá que seguir una rehabilitación cuando haya soldado. Gracias a ella el animal irá recuperando la movilidad y la fuerza. Al haber estado inmovilizado, la musculatura suele debilitarse, por lo que hay que reactivarla de manera paulatina.

En Ortocanis tenemos disponibles férulas ortopédicas de diferentes tipos que nos ayudarán a tratar las fracturas de hueso en los perros. Además, puedes encontrar colchonetas para la rehabilitación y varias opciones para la recuperación de la fuerza. ¡Recuerda acompañarlas todas de mucho amor y paciencia!

Hoy en día, gran parte de los amantes del mar tenemos perros y muchas veces no sabemos qué hacer con ellos durante nuestras visitas a la playa. Nuestros amigos de cuatro patas siempre están contentos cuando llegamos a casa y les entusiasma compartir momentos junto a nosotros así que ¿porqué no podríamos introducirlos al paddle surf?

paddle surf perro

El mero hecho de compartir una actividad con ellos no sólo les cansa y les motiva a trabajar sino que también crea un vínculo junto a nosotros en el que podemos ganar mucha confianza con nuestro perro.

Nuestra preparación

Antes de empezar debemos tener presente cuál es nuestro objetivo. En nuestro caso es conseguir que podamos disfrutar de un paseo por aguas tranquilas con nuestro perro. Esto va a llevar un esfuerzo y no todos los días vamos a salir igual de contentos de nuestro entrenamiento.

A Algunos perros les encanta el agua y no tienen ningún miedo de las olas, otros su confianza total con el dueño les lleva a hacer cosas impensables como saltar de una pared y esperar que el propietario los coja al caer. Ahora bien, nos pondremos en la situación más crítica, entrenar a un perro que no le gusta nadar y aún menos enfrentarse a situaciones impredecibles, como es el caso de Nik.

Así que partiendo de las anteriores premisas debemos tener presente que para nuestro perro esta actividad debe ser divertida y por lo tanto nunca puede comportar un castigo, siempre debe haber un premio. Esto les motivará y fortalecerá el deseo de poder compartir un buen paseo de paddle surf con su dueño.

Es importante empezar trabajando dos aspectos: el primero es la motivación para interactuar con el agua, debemos conseguir que se familiarice con este medio, por ejemplo, en lagos o ríos donde no hay oleaje. Allí podemos correr junto a él por la orilla o tirarle algún muñeco para que vaya a buscarlo. Y el segundo, empezar a trabajar con la tabla de paddle surf en el suelo.

Empezando en tierra

Paddle Surf con perrosLa idea de empezar trabajando con la tabla en tierra es para que nuestro perro poco a poco se siente seguro en ella y coja confianza, de tal manera que utilizaremos el refuerzo positivo. Cuantas más experiencias positivas tenga nuestro perro con la tabla en tierra, más seguro se sentirá cuando esta actividad se vuelva un reto mayor para él.

Primero podemos dejar la tabla en el suelo y dejar que el perro experimente y explore. Después de un rato, podemos poner alguna chuche o juguete encima para motivarle que se acerque aún más y suba. Justo en el momento que suba encima de la tabla debemos premiarle de tal manera que él entenderá que estamos contentos y él obtiene un premio cuando realiza esta acción.

Cuando observamos que nuestro perro ya sube confiado podemos introducirle ciertas ordenes, ya sea para indicarle que suba o baje como también para que se sienta o se tumbe encima de la tabla, ya que esto es lo que necesitaremos una vez estemos dentro del agua. Poco a poco debemos empezar a ponernos nosotros detrás de él mientras esté sentado o tumbado y le podemos exigir que esté durante un periodo de tiempo más largo en dicha posición.

Nuestro último paso antes de ir al agua es familiarizarle con una armilla salvavidas para perro fuera del agua. El perro debe asociar que la tabla y la armilla van juntas así que seguiremos trabajando las anteriores órdenes con la armilla puesta.

En este punto muchos os preguntaréis porque utilizar una armilla para el perro. Primero de todo, debemos tener presente que si queremos salir al agua podemos caernos y debemos poder asegurar la vida de nuestro amigo, de tal manera que nos ayudará tanto si se da un golpe como si queremos volverlo a subir en la tabla. Muchas de las armillas que venden tienen un asa para poder coger el perro, así que podremos subirlo con facilidad.

Vamos al agua

Primero de todo es importante que nosotros dominemos el paddle surf antes de montar a nuestro perro. Cuando esto ya lo tengamos consolidado es el momento de buscar un lago o un rio con agua calmada para llevarle en sus primeros días.

Antes de ponernos directamente en el agua es importante que trabajemos un poco la rutina creada en el suelo para que el perro se habitúe al cambio y al nuevo ambiente.  Posteriormente podemos hacer nuestros primeros pasos en el agua:

Paso 1: Conseguir que el perro suba encima: Para ello situaremos la tabla bien cogida cerca de la orilla y la mantendremos lo más quieta posible, daremos la orden para que suba encima de ella y premiaremos en el momento de montarse ya que se balanceará. Continuaremos premiando a medida que el perro esté encima de la tabla (no hace falta que sea con las cuatro patas) y poco a poco le iremos pidiendo que esté todo él encima de la tabla. Si está tranquilo podemos mover la tabla despacio. Por último, daremos la orden para que baje de ella y en ese momento lo premiaremos con mucho entusiasmo ya que ha conseguido un gran logro.

Paso 2: Conseguir que los dos estemos encima de la tabla: Para conseguirlo nos sentaremos en el centro de la tabla, le daremos la orden para que suba y después la orden para sentarse. Posteriormente podemos remar como si lleváramos un kayak o si somos dos personas, una puede subirse en la parte trasera y pasearnos mientras nosotros seguimos trabajando la seguridad del perro.

Si nos sentimos los dos seguros, con movimientos muy suaves y lentos podemos ponernos de rodillas y seguir rodeando a nuestro perro que está sentado. Nuestro último paso será ponernos de pie encima de la tabla con el perro sentado entremedio de nuestras piernas. Si estamos solos debemos continuar con mucha suavidad pero si contamos con ayuda podemos levantarnos e invitar al perro a subir mientras que nuestro compañero nos aguanta la tabla.

En todo momento, paciencia y calma. Nuestro perro nos indicará cuando está preparado para el siguiente paso y de esta manera podremos ir afrontando retos junto a él. Si nosotros disfrutamos y ellos disfrutan cada vez podremos introducirle en nuevos ambientes y poco a poco compartiremos más actividades en el mar con nuestros amigos, como por ejemplo surfear una ola.

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Todo lo que necesitas saber sobre la rehabilitación para perros

Si tu mascota tiene una lesión y quieres acelerar su recuperación, tal vez te interese la rehabilitación para perros. Hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre estos tratamientos.

No hay nada peor que ver a nuestro mejor amigo sufrir. Un perro lesionado está más inactivo que de costumbre. Se le nota el dolor en los movimientos, cómo quiere correr y saltar como siempre y la tristeza que le produce no poder hacerlo. En esos momentos, harías lo que fuera por ayudarlo a volver a estar sano. ¿Te has planteado la rehabilitación para perros?

Todo lo que necesitas saber sobre la rehabilitación para perros

¿En qué consiste la rehabilitación para perros?

Al igual que ocurre con los humanos, la rehabilitación para perros consiste en una serie de ejercicios y tratamientos coordinados con un profesional fisioterapeuta. Estos tratamientos están pensados para aliviar el dolor de la lesión, acelerar la recuperación y dar pautas y ejercicios para fortalecer la parte afectada para recuperar la normalidad. Hay varios tipos de terapia de rehabilitación para perros. Algunas son terapias de calor, masajes, ejercicios con equipamiento de pilates, con circuitos… ¿Te sorprende? Los tratamientos de rehabilitación para perros son muy parecidos a los de los humanos. Porque, al fin y al cabo, no somos tan distintos de nuestros amigos de cuatro patas.

¿Para qué sirve la rehabilitación para perros?

Tal vez te estés preguntando: «De acuerdo, eso suena bien, quiero que mi perro se recupere lo antes posible. Pero ¿de verdad funciona la rehabilitación para perros? ¿Qué puede ofrecerle un terapeuta a mi mascota?». Bien, debes saber que la rehabilitación para perros tiene muchos beneficios para tu mejor amigo.

  • Disminución del dolor. Gracias a los masajes y a terapias como la de calor, los músculos y huesos de los perros se alivian y se relajan. De esta forma, perros con males como una hernia discal u otras lesiones pueden empezar a fortalecer de nuevo sus partes dañadas gracias a una actividad que ya no será tan dolorosa.
  • Retraso de la atrofia. La inmovilidad de una lesión acaba causando otros problemas asociados, como la atrofia o el aumento de peso. Con la rehabilitación para perros mantendrás a tu mascota en movimiento y en forma. En cuanto esa lesión se le cure, estará listo para volver a correr.
  • Reeducación del movimiento. Algunas lesiones físicas o psíquicas dañan seriamente la movilidad de nuestras mascotas. La rehabilitación para perros puede activar los músculos dañados, recuperar el equilibrio y mejorar la coordinación. Incluso se han dado casos de perros con movilidad reducida por, por ejemplo, lesiones neurológicas que, con mucho trabajo y cariño de su dueño y el terapeuta, han podido volver a ser independientes y activos.

Como ves, son múltiples los beneficios de la rehabilitación para perros. Con la ayuda de un terapeuta profesional, podrás mejorar mucho la calidad de vida de tu mascota. No dejes que esa lesión le impida llevar una vida feliz y activa. Si tu perro está sufriendo las secuelas de una lesión, no lo dudes más. Contacta con un centro especializado en rehabilitación para perros y cuida de su salud desde hoy mismo.

¿Has visto alguna vez a alguien paseando a un perro llevándolo sujeto con un arnés terapéutico? Hoy te explicaremos las propiedades del arnés para perros.

Cuando se habla de un arnés para perros, probablemente estés pensando en ese sistema de sujeción alternativo al collar. Y sí, efectivamente, eso también es un arnés. Pero hoy queremos hablarte de un tipo de arnés para perros muy especial. ¿Quieres saber por qué?

Porque esos arneses permiten a los perros recuperar su movilidad. Gracias a esos artilugios, nuestros mejores amigos pueden sobreponerse a las lesiones, acelerar la rehabilitación y tener toda la alegría de cuando están sanos. ¿Quieres saber cómo?

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Arnés para perros terapéutico: ¿cómo funciona?

El arnés para perros con propiedades terapéuticas funciona, por así decirlo, como una sujeción para el perro. El dueño le pasa por debajo de la parte del cuerpo que tiene la movilidad dañada (patas traseras, patas delanteras) de manera que queden las asas hacia arriba. De esta forma, se crea un efecto de sujeción. El dueño carga con parte del peso del perro para que este no sea un impedimento.

Esto hace que el perro se note más ligero y recupere parte de su agilidad. Imagina, por ejemplo, un perro con una pata trasera dañada. Cada vez que carga su peso, se hace daño, por lo que deja de hacer ejercicio y al final todo su cuerpo se resiente. Cada vez es más difícil que ese perro recuperer su buen estado de salud.

Con un arnés para perros para las patas traseras, el dueño de ese perro le descarga de parte de su propio peso. De esa forma, al no tener nada que presione su lesión, el perro puede volver a ejercitar la musculatura sin forzarla. Gracias a ello, recuperará mucho antes la movilidad y los días de la lesión serán un recuerdo lejano.

Perros que no recuperarán la movilidad

Pero hay otro tipo de perro que puede beneficiarse del arnés para perros: aquellos que nunca recuperarán su movilidad. Las sillas de ruedas para perros les dan la posibilidad de moverse con libertad y tener una vida digna y relativamente cómoda, pero, al fin y al cabo, van unidos a algo que se les hace incómodo y pesado.

arnes-de-soporte-para-perroUn arnés para perros es una forma de devolverle de vez en cuando esa sensación de libertad. Gracias a la sujeción de su sueño, el perro tiene la sensación de poder volver a correr de manera autónoma sobre sus cuatro patas. Verás cómo tu mejor amigo se agita con felicidad al volver a sentirse libre y ligero para correr y jugar durante un rato. Un rato que para él lo significa todo.

Los perros necesitan moverse para poder llevar una buena vida. No se trata solo de la alegría que sienten al correr y jugar. Una buena actividad física es crucial para evitar que se lesiones, se atrofien o contraigan enfermedades relacionadas con el sedentarismo. Un arnés para perros es una excelente manera de darle a tu mascota la oportunidad de vivir más sano y más feliz.