Estos cambios pueden manifestarse en forma de alteraciones generales del comportamiento que van desde la depresión/apatía del animal, pasando por la pérdida de apetito y jadeos anormales, hasta situaciones de evitación social o incluso agresividad, especialmente cuando el dolor se hace más intenso al tocar el área causante de dicho dolor.
Aquellas posturas anormales que el perro adopta para evitar sentir dolor o para disminuir su intensidad reciben el nombre de posturas antiálgicas. Un ejemplo de éstas es el encorvamiento que puede observarse ante un dolor abdominal. Con esta postura el animal persigue reducir la tensión que ejercen las paredes del abdomen sobre los órganos de la cavidad, que es donde el dolor tiene su origen.
A veces darnos cuenta del problema no es tan sencillo, pues la tolerancia que tiene el perro concreto al dolor varía de un animal a otro. Además, como ocurre con las personas, el dolor es difícil de cuantificar objetivamente. Incluso ocurre la situación que el dolor puede confundirnos sobre el origen del mismo, pues el dolor es un mecanismo nervioso que puede originarse por una lesión física localizada, pero también puede originarse en el sistema nervioso sin que tengamos una lesión aparente en la zona dolorosa. Un ejemplo de esta situación es el dolor que se observa en un pinzamiento en la columna: el dolor no se manifiesta más intensamente en el lugar donde está la lesión, sino que se refiere a las zonas que están inervadas por los nervios afectados.
Lo que es realmente importante es darnos cuenta cuanto antes de la existencia de dolor, tanto para tratar cuanto antes el problema que lo origina como para tomar medidas para reducir su intensidad. Ya que el dolor, aún siendo una respuesta fisiológica para proteger el organismo de la complicación de lesiones, se ha demostrado que retarda la recuperación de la lesión. Es por este motivo que se usan tratamientos contra el dolor incluso antes de que aparezca en las intervenciones quirúrgicas. De esta forma se ha logrado acortar el tiempo de recuperación del perro, además de mejorar sensiblemente su bienestar.
Además, se ha visto que si el dolor no se trata puede convertirse en crónico y requerir medicación de por vida, ya que los nervios quedan «sensibilizados», incluso cuando la causa de ese dolor ya ha sido resuelta.
Equipo veterinario de www.Ortocanis.com
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Buen día, tengo un cachorro que tiene displasia de cadera. Me interesa comprar el soporte que tienen para ello.
Necesito saber si hacen envíos a Sudamérica
Y la forma para ver la talla del soporte
Mi nombre es Jorge Ibáñez Whatsapp telegram 59176752085
Saludos