Las férulas caninas son la nueva aportación al tratamiento de lesiones en los miembros distales de los perros.
Las férulas son útiles tanto en problemas neurológicos, donde posicionan bien el pie o la mano del perro; como en problemas traumatológicos donde dan soporte e inmobilizan.
Antes de utilizar una férula es importante que nos aseguremos que la talla sea la correcta, una férula pequeña comprimiría demasiado y una muy ancha le bailaría y no daría un buen soporte, pudiendo generar rozaduras. Las férulas pueden recortarse en algunos casos donde sea necesario pero no se debe modificarse el ángulo de la posición natural de la extremidad.
Colocación de la férula
Las primeras veces que se coloca la férula es mejor que tenga la ayuda de otra persona que le sujete o distraiga al perro.
Podemos poner la férula del miembro anterior con el perro sentado o con el perro en estación (de pie con las cuatro extremidades en el suelo; no es recomendable poner la férula con el perro tumbado ni en decúbito lateral ni en decúbito ventral.
Las férulas de los posteriores se deben colocar con el perro en estación.
Como no, la piel del perro debe estar limpia y seca, es muy importante que el pelo esté seco ya que en el caso contrario puede provocar irritaciones en la piel, enrojecimiento o pequeñas úlceras.
Es recomendable poner una venda tubular o una venda elástica cohesiva alrededor de la pata del perro. La función de esta venda es aumentar el confort, no debe estar muy apretada y hará que el perro tolere mejor la férula.
La férula se coloca en la parte posterior del miembro anterior dejando las cinchas de velcro por la parte delantera, colocar primero las almohadillas del perro en la parte inferior de la férula, dejando los dedos relajados, éstos de deben sobresalir de la férula.
Una vez puesta en situación, habrá que los protectores de la parte anterior de las cinchas para que queden justo en medio de la parte anterior de la pata del perro para un mayor confort. Ajusta primero el velcro inferior asegurándote que la pata del perro quede totalmente ajustada a la férula, a continuación ajusta la cincha del medio y por último la superior.
A menos que te lo indique tu veterinario no debe llevar la férula durante todo el día, normalmente por la noche el perro puede dormir sin ella, y durante el día se la pondremos sobretodo en los momentos de más ejercicio. En determinados problemas neurológicos o después de fisuras o fracturas, según el consejo de su veterinario, si que puede estar indicado llevarla de forma permanente. En éste último caso debemos vigilar con regularidad la piel del animal.
Su utilización está solucionando casos en los que la inmovilización tradicional había fracasado y muchos animales pueden volver a recuperar su movilidad gracias al invento. Esperamos que en el futuro ayude a muchos perros más.
Equipo Ortocanis
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