La mielopatía degenerativa, la enfermedad progresiva y degenerativa de la médula espinal del perro de edad avanzada, tiene inicio a partir de los 8 años de edad. En fases iniciales, el perro muestra incoordinación en los movimientos, se cae de sus patas traseras o hace movimientos raros; se tambalea y arrastra uno o los dos pies o bien, anda con los nudillos.
La enfermedad puede empezar por una extremidad posterior y afectar a la otra hasta llegar a los miembros torácicos. La debilidad empeora progresivamente, el perro tiene dificultad para mantenerse en pie y le cuesta caminar. La enfermedad puede ir evolucionando durante un año hasta que, el perro finalmente se queda parapléjico o tetraplégico y debe ser eutanasiado. Es una enfermedad poco dolorosa y en la mayoría de los casos afecta a la micción y defecación, se vuelven incontinentes.
No hay tratamientos que disminuyan esta degeneración o la detengan pero si, medidas para ayudar a estos perros que la sufren a mantener su calidad de vida. Es necesario que el animal haga ejercicios de rehabilitación y mantenga unos hábitos de vida en su casa para evitar las úlceras por presión, las infecciones de orina y la pérdida de movilidad.
Con la fisioterapia y la rehabilitación se puede ayudar a retardar el proceso. Se pueden controlar los síntomas de dolor secundarios (tensiones), creados por el propio animal al intentar moverse. Se intenta frenar la aparición de la atrofia (pérdida de masa muscular) y, preservar la función de los miembros anteriores, así como conservar la integridad de los posteriores, para evitar úlceras y mantenerlos activos el mayor tiempo posible, estimular su sensibilidad y trabajar la coordinación y el equilibrio del animal para darle una mejor calidad de vida.
Para ello son empleados ejercicios pasivos de movilización, masajes, estiramientos, combinados con calor, bolsas calientes, y con algún aparato que combata la atrofia electroestimuladores musculares y el dolor TENS.
Hay otra parte de la terapia que trata de mantener la movilidad activa por parte del animal. Para eso se emplean pelotas, platos, hidroterapia, barras y conos, paseos, etc. para mantener una movilidad activa con una buena coordinación sin pérdida de equilibrio. Esta etapa es la que se muestra mas alterada con el transcurso de la enfermedad y para ello, cuando el animal empieza a deteriorase, a no mantener su propio peso, en necesario mantenerles la movilidad con el uso de arneses para posteriores, en el caso de presentar dificultad solo en posteriores, o arneses integrales, para dar soporte también a los miembros anteriores.
La última novedad en el mercado es el Biko Brace, un dispositivo que permite al perro caminar cuando la emfermedad ya afecta a los miembros posteriores de manera importante. En fases evolucionadas de la enfermedad es necesario el uso de sillas de ruedas a su medida.
Durante la estancia en su casa el animal tiene que estar en un sitio confortable, blando pero firme para que pueda incorporase con facilidad colchón especial para perros. Si la enfermedad está en los inicios y el animal anda arrastrando los pies, o bien, con los nudillos es importante proteger esa zona para evitar úlceras con botines o calcetines para perros
Durante el transcurso de la enfermedad es muy importante la nutrición y el control de peso del animal para evitar complicaciones.
En el siguiente video vemos a TEX un pastor alemán afectado de mielopatia degenerativa antes y después del uso del dispositivo Biko-Brace.
Marta Subirats
Fisioterapeuta canina
Certified Canine Rehabilitation Practitioner por la Universidad de Tennesse