Los perros, por sus particularidades físicas y de movimiento, tienen más tendencia a desarrollar ciertas lesiones a lo largo de su vida. Sigue leyendo para estar prevenido sobre las lesiones caninas más habituales.
Los perros suelen y deben llevar una vida activa. El movimiento les ayuda a prevenir la obesidad, el sedentarismo y la depresión. Sin embargo, su actividad física y sus particularidades fisiológicas hacen que nuestros mejores amigos acaben desarrollando ciertas lesiones caninas con el paso del tiempo. La mejor manera de ayudarlos es estar prevenido sobre estas lesiones caninas y permanecer atentos para poder identificar las primeras señales de dolor o molestia de nuestras mascotas. Sigue leyendo para tener toda la información sobre lesiones caninas que puedas necesitar.
Lesiones caninas más habituales
Aunque los perros tienen tendencia, por la genética de la raza a la que pertenecen, de sufrir más unas lesiones caninas que otras, hay ciertas partes especialmente propensas a acusar el daño de malas caídas, contusiones o los desgastes de la edad.
Lesiones de articulaciones
Las articulaciones de los perros están especialmente expuestas a las lesiones caninas. Una mala caída al saltar o un traumatismo (causado al chocar contra un obstáculo, al jugar con otro perro o por cuestiones más graves, como un atropello) pueden causar distintas lesiones caninas. Algunos ejemplos son las dislocaciones o roturas de huesos. Mención aparte merecen las lesiones caninas de cadera. Las caderas de los perros sufren especialmente con todos estos traumatismos. Pero, además, la edad desgasta gravemente las caderas de los perros, pudiendo causarles hernias discales muy dolorosas. Las indicaciones de este tipo de lesiones son los problemas de movilidad y los signos de dolor al desplazarse.
Lesiones musculares
Estas lesiones caninas se dan especialmente cuando se pasa de una actividad física menor a una mayor. Es una de las llamadas “lesiones caninas de primavera”. Esto se debe a que los perros suelen estar más inactivos durante los meses de invierno, debido al mal tiempo y al frío, que no invitan a mantener el mismo ritmo de salidas a la calle y actividad física. Con la llegada del buen tiempo, muchos perros retoman con alegría su actividad. Sin embargo, sus músculos, tendones y ligamentos han pasado un tiempo de inactividad que ha resentido su resistencia. Esto puede provocar traumatismos de los tejidos blandos, además de dolor cervical y de cuello. Algunos signos de estas lesiones caninas son la rigidez y la cojera.
Lesiones de uñas
Los perros utilizan las uñas para intentar escavar, arañar superficies y jugar con otros perros. Dada su naturaleza curiosa y exploradora, muchos perros, especialmente cachorros, intentan escarbar en superficies duras, como el cemento, y acaban fracturándose las uñas. Especialmente si no se han cortado con regularidad y están demasiado largas. Estas lesiones caninas son muy dolorosas. Si notas que tu perro cojea, sangra o se lame excesivamente las patas, es posible que este sufriendo de estas lesiones caninas.
No puedes evitar que tu perro se lesione. Lo que sí puedes hacer es estar informado de las lesiones caninas que puede sufrir y estar atento a las señales de dolor. Si piensas que tu perro puede estar sufriendo una de estas lesiones caninas, llévalo al veterinario lo antes posible. Él podrá asesorarte sobre la dolencia y empezar el tratamiento para que tu mejor amigo vuelva a estar sano y feliz.