A medida que se van haciendo mayores, los perros también tienen sus achaques. Entre ellos, la artritis, una enfermedad que sufren aproximadamente uno de cada cinco perros. La artritis afecta a las articulaciones y hace que a los perros afectados se les inflamen una o varias patas. La artritis en perros hará no sólo que caminen mal. También les provocará bastantes dolores.
Esta enfermedad es degenerativa y en muchos casos no tiene cura, pero al menos puede tratarse para que avance lo más lento posible. Sobre todo, si se diagnostica en sus fases tempranas. Entonces se pueden tomar medidas para paliar sus efectos, y para mejorar la calidad de vida del animal. Pero para conseguirlo, es básico detectar cuanto antes sus síntomas.
Principales síntomas de la artritis en perros
Entre los principales síntomas de la artritis en perros está la dificultad que los afectados tienen para levantarse y tumbarse. También pueden tener mayor o menor rigidez en las patas afectadas. Porque pueden tener afectadas una o varias.
Además, se muestran reticentes a la hora de subir escaleras, ni quieren saltar. También pueden dejar de realizar ciertos movimientos que antes hacían habitualmente. Paralelamente, se pueden escuchar ruidos cuando dobla las patas. Y la inflamación puede ser visible, lo que facilita la detección de la enfermedad.
Lo normal es que el perro también tenga dolores, lo que hará que se queje. En cualquiera de estos casos, conviene consultar con el veterinario para que pueda diagnosticar correctamente la dolencia.
También hay que tener en cuenta que la artritis en perros no sólo se da en animales de cierta edad. También puede afectar a perros más jóvenes. En estos casos, la artritis suele deberse a una lesión, y también a un golpe fuerte.
Tratamiento de la artritis en perros
Como hemos comentado, siguiendo ciertas pautas y tratamientos, la artritis en perros puede aliviarse y frenarse. También evitar en gran parte los dolores que provoca.
Generalmente, lo primero que hará el veterinario tras el diagnóstico de la artritis es ponerle un tratamiento a base de fármacos. Entre ellos habrá analgésicos para el dolor, y también antiinflamatorios. Eso sí, el tratamiento dependerá de cada animal y también de lo avanzado de la enfermedad.
También se suele recomendar que el perro tome algún suplemento alimenticio, enfocado a la regeneración de los cartílagos que hayan sufrido daños. Entre ellos, los que tengan Omega 3. En muchos casos pueden aliviar la inflamación y hacer que el estado de las patas afectadas mejore. Y en últimos casos, y si la artritis está generalmente muy avanzada, el veterinario puede recomendar una operación.
Además de los tratamientos propuestas por el veterinario, también se pueden tomar ciertas medidas para facilitar la vida cotidiana del perro. Por ejemplo, hay que vigilar su dieta para evitar que engorde y sobrecargue las articulaciones. También hay que intentar que haga algo de ejercicio suave a diario. Por ejemplo, caminar entre 15 o 30 minutos todos los días. También le vendrá bien nadar.
En caso de que la enfermedad provoque dolores al perro, y dificultad para moverse, es aconsejable que utilice protectores u órtesis en los codos o rodillas de las patas afectadas. Con ellas, la extremidad estará más segura, y el perro tendrá menos dolores.