Las patas de los perros son una de las zonas más vulnerables de los perros. Por un lado, están en contacto directo con el suelo y pueden sufrir heridas. También están expuestos a golpes o a pisar mal. Y por supuesto, pueden sufrir un problema en las patas, o lesiones por torceduras, malas pisadas, etc. O simplemente, por efecto de la edad.
Por lo tanto, conviene revisar cada cierto tiempo sus extremidades cuidadosamente. También hay que estar atentos ante cualquier cambio de comportamiento. Si, por ejemplo, un perro que es muy activo de repente se vuelve sedentario, o si cambia otros comportamientos, es necesario averiguar el porqué. Para ello, aparte de descartar otras patologías, es necesario revisar sus patas.
Cómo detectar un problema en las patas de un perro
A veces, si un perro tiene un problema en las patas es bastante evidente. De repente empiezan a cojear, o no quieren andar. O les da por lamerse insistentemente una pata. O por dar la sensación de que se la muerden. Entonces, está claro que algo les sucede.
Pero a veces, lo que les sucede no es tan evidente. Pueden estar molestos, pero no quedar claro dónde puede estar el problema. En ese caso, cuando el perro está cómodo, se puede realizar una inspección con cuidado de sus patas. En estos casos, hay que tener cuidado al hacerlo, para no hacerle daño.
Cómo examinar las patas de un perro
Para revisar las patas de un perro en busca de problemas o lesiones, lo más recomendable es comenzar por sus almohadillas. Debido a que están en contacto con el suelo, son algunas de las partes más susceptibles de tener problemas. Al andar, se le puede clavar algo al perro en ellas. O hacerse una herida pequeña, que a simple vista no se aprecia, pero que pueda derivar más adelante en un problema en las patas más serio. También puede tener las almohadillas agrietadas, o un quiste.
Tras revisar las almohadillas y la zona que las rodea, si no se aprecia ningún problema en ellas, hay que revisar las patas. Para ello, es necesario palpar con cuidado cada una de ellas. Se esta manera se podrán apreciar bultos extraños. También golpes que le puedan causar dolor. Si es así, el animal reaccionará cuando lo sienta, e intentará retirar la pata. De ahí lo de revisárselas con cuidado. Para evitar causarle más dolor.
Qué hacer cuando hay un problema en las patas
Siempre que se detecte que un perro tiene un problema en las patas hay que acudir al veterinario. Aunque sea una herida, porque si no cura bien o se infecta, puede degenerar en un problema mayor. Por lo tanto, es aconsejable consultar con un especialista. Y hacerlo, además, sin perder tiempo. Si esperas para acudir con el perro a una consulta, el problema puede agravarse.
El veterinario examinará al animal y decidirá el tratamiento más adecuado en cada caso. Desde una cura de una herida hasta una pequeña cirugía. También podrá indicar si es necesario proteger algún área de las patas afectadas. Por ejemplo, con un soporte para carpo. O, tras una cirugía, con una férula ortopédica. En cualquier caso, siempre deberás seguir las pautas que te indique el especialista.