Aunque son mucho menos visibles que las nuestras, los perros también tienen rodillas. Y como nosotros, también experimentan dolor y sufren lesiones en ellas con frecuencia. Por si no estás familiarizado, vamos a hablar de los problemas de rodillas más comunes.
Los problemas de rodillas más frecuentes
Las causas por las que aparecen los problemas de rodillas pueden ser varias. Por ejemplo, una lesión o una condición propia de estas. La dificultad para identificarlos es que al andar a cuatro patas, sufrir cojera en una de ellas no le impide seguir avanzando.
Es por este motivo que debemos prestar atención con regularidad a nuestro perro. Detectar las patologías con rapidez nos ayudará a ponerles tratamiento y evitar que el daño pueda ir a más, llegando a producir lesiones irreparables.
Los problemas de rodillas que más comúnmente aparecen en los perros son las roturas de los ligamentos cruzados y la luxación en la rótula. En las razas de pequeño tamaño suele darse esta última, mientras que las lesiones en los ligamentos aparecen más en los de gran tamaño, especialmente si padecen de sobrepeso.
Otros problemas de rodillas que también pueden aparecer son las lesiones en el menisco o los desgarros en el ligamento. Estas podemos encontrarlas en perros de cualquier tamaño, ya que se deben con frecuencia a golpes o a movimientos bruscos. La articulación de la rodilla es bastante inestable en comparación con otras partes del cuerpo.
Síntomas de los problemas de rodillas
Cada perro podrá mostrar una sintomatología diferente, pero a grandes rasgos, los más comunes son los que a continuación detallamos:
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Avanza con la pierna levantada y no es capaz de apoyarla y cargarle peso
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Cojea con la pierna que está afectada
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Aparición de dolor de forma repentina mientras juega o realiza ejercicios
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Inflamación en la rodilla
Si observamos que nuestro perro parece tener problemas de rodillas, conviene acudir al veterinario para que le realicen un diagnóstico completo.
Cómo tratar los problemas de rodillas
Dependiendo de los problemas de rodillas que se padezcan, el tratamiento variará. Si la lesión consiste en un desplazamiento de la rótula, esta podrá colocarse en su sitio empujándola. No obstante, es el veterinario quien debe hacerlo. Si se trata de una luxación grave, es posible que se necesite cirugía.
Los problemas de rodillas por desgarros o roturas en los ligamentos suelen implicar cirugía en la mayoría de los casos. En función de la gravedad y la edad del perro, el reposo puede bastar. Puesto que se trata de lesiones dolorosas, habrá que dar analgésicos para calmar el dolor y la inflamación.
Si ha habido inmovilidad o cirugía, será necesaria también la rehabilitación para la recuperación progresiva de la fuerza muscular y la movilidad. Es posible también que necesitemos algún vendaje especial.