Os presentamos a Gustavo el gato paralítico. Es un gato dócil, cariñoso… y luchador. Llegó a la Protectora Scooby de Medina del Campo (Valladolid) con una alteración en las patitas de atrás que le impedía flexionarlas con normalidad, seguramente por una lesión en la parte media de la columna vertebral. Lo había recogido un señor en la calle y nada se sabe de su vida anterior ni de los motivos de su discapacidad.
Como podéis ver, Gustavo se desplazaba arrastrándose gracias a sus patas delanteras. Aunque desde la protectora intentaban darle una vida lo más normal posible, su estado hacía temer que acabase con lesiones en la piel, que tuviese que pasar mucho tiempo en una jaula y, lo más importante, que nunca llegase a ser adoptado.
Las chicas de la protectora decidieron hacer todo lo posible para ayudarle y crearon un evento en Facebook para recaudar dinero. Gracias a su esfuerzo y a la aportación de amigos de la Protectora, Gustavo tiene su silla de ruedas totalmente a medida de Ortocanis.
Gustavo se adaptó en tan solo unos días. Al principio, al verse capaz de desplazarse por él mismo, quiso ir un poco rápido y tuvo algún susto… pero ahora, éste es Gustavo con su silla 🙂
Primer día de Gustavo con su silla:
Además de conseguir poder desplazarse, la silla también le permitió intentar ejercitar sus patas de atrás. Así, se hizo una «auto-rehabilitación»… y éste es el magnífico resultado: como podéis ver Gustavo empieza a andar por él mismo.
Gustavo sigue rehabilitándose y tiene previsto viajar a Madrid, donde la asociación Bichosraros se ha ofrecido para encargarse de su fisioterapia. Ahora sólo necesita una casa de acogida por la zona ¿Alguien se anima?
Las sillas de ruedas pueden ser una solución para animales paralíticos, pero también una gran ayuda para la rehabilitación.
Equipo de Ortocanis