Nessy es uno de esos casos en los cuales la patología ortopédica, aún siendo importante, se ve eclipsada por otros factores. Y es que esta gran luchadora era una hembra de cría. Dedicó cinco años de su vida a gestar y parir cachorros de Bulldog Inglés en Andalucía.
Sus actuales propietarios (una pareja joven) supieron de ella por Internet. Navegando por un foro dedicado a los Bulldogs (ellos ya contaban con uno en su casa), alguien escribía que necesitaba una casa de acogida, porque "ya no era lo suficientemente productiva como hembra de cría" y la iban a llevar a la perrera. La pareja no se lo pensó y decidió adoptarla.
Se adaptó muy bien a la nueva familia (seguramente era la primera vez que contaba con una...), pero a la semana enfermó: decaimiento, vómitos, falta de apetito... La llevaron al veterinario. El diagnóstico era claro: piómetra. La piómetra significa literalmente pus (pio-) en el útero (-metra) y se trata de un fallo irreversible de la matriz debido a una alta y repetida estimulación hormonal. Esta patología es frecuente en hembras no castradas a partir de los 10 años de edad, pero Nessy tan solo contaba con 5.
La cantidad de veces que parió (probablemente más de las 2 que comentaba el antiguo dueño) pudieron precipitar la enfermedad. Además, debemos recordar que por la especial anatomía de los Bulldogs Ingleses, la gran mayoría de partos deben ser por cesárea, ya que es muy común que haya problemas durante los partos naturales.
Las piómetras son una urgencia, ya que pueden comprometer la vida del animal así que Nessy tuvo que ser intervenida el mismo día. Se le practicó una ovariohisterectomía, esto es, extirpación de ovarios y útero. Nessy se recuperó perfectamente y pudo volver a disfrutar de su nueva familia.
Pero al cabo de un año, Nessy volvió a tener problemas de salud. Esta vez tuvo una rotura del ligamento cruzado craneal de su rodilla derecha. Esto le provocaba dolor, cojera y artrosis. Para intentar evitar estos problemas, se intervino quirúrgicamente. La operación fue un éxito, pero al cabo de los meses empezó a cojear otra vez. Ahora necesita un apoyo extra para su rodilla, así que sus propietarios se decidieron por un protector de rodilla para perros. Éste le aporta estabilidad y disminuye el dolor gracias al calor que mantiene en la zona.
Ahora Nessy ya tiene 7 años y en breve será operada de su otra rodilla, ya que ha tenido el mismo problema, algo que es muy frecuente. Estamos seguros de que todo saldrá bien ya que, tal y como nos indica su historia, Nessy puede con esto y con mucho más.
Laura Pérez - Veterinaria de Ortocanis