El Agility es un deporte tremendamente completo para el perro, combina a la perfección el trabajo del cuerpo y de la mente, como decía Juvenal allá por el siglo I d.C. “Mens sana in corpore Sano”, los perros que compiten en Agility deben estar bien físíca y mentalmente.
Por norma general los guías de Agility mantienen una muy estrecha relación con su mascota, el buen entendimiento entre guía y perro es fundamental para realizar una buena prueba, el guía conoce a la perfección a su mascota y conoce y trabaja bien el aspecto mental del perro.
En el entrenamiento deportivo del perro de Agility, y de hecho de cualquier perro de otras disciplinas, aún sabemos menos de lo que desearíamos.
El estado mental del perro es conocido y evaluado por el guía de forma habitual, pero el estado físico, los problemas osteoarticulares, incluso las pequeñas molestias o contracturas son más difíciles de observar, evaluar y solucionar.
La exigencia muscular de los posteriores en el perro de Agility es muy importante, los problemas osteoarticulares del carpo tienen una elevada incidencia, y los problemas tendinosos y ligamentosos muchas veces pasan desapercibidos, y cuando nos damos cuenta que hay un problema ya es demasiado tarde. El perro habitualmente está muy motivado por salir a pista, le gusta correr, disfruta saltando, y demasiadas veces no expresa las pequeñas molestias que pueden derivar en una lesión más importante si no lo detectamos a tiempo o no protegemos bien sus partes más comprometidas.
Jean Marie Denoix, uno del los mejores veterinarios deportivos en caballos tiene una frase que dice, “el caballo de deporte es un caballo que sufre”. En el perro de alta competición podemos aplicar la misma frase. La exigencia muscular, articular y ligamentosa está muy por encima de la normal y el riesgo de lesiones aumenta.
En medicina deportiva humana, se habla que la lesión de esguince de tobillo la sufren el 100% de los deportistas en su carrera deportiva al menos una vez y más de un 50% dos veces o más independientemente del deporte que se practique.
No hay probablemente en el perro una lesión tan frecuente como el esguince de tobillo en humanos pero podríamos hablar de las contracturas musculares, los tirones, o los esguinces de carpo por poner unos ejemplos.
Muchos son los deportistas humanos que conociendo su propia historia clínica corren o compiten en otras disciplinas deportivas con protecciones, llámese rodilleras, muñequeras, los famosos desde hace poco vendajes con kinesiotaping, o vendajes neuromusculares... todos estos dispositivos pretenden estabilizar una articulación, dar calor para mejorar el confort, dar un soporte extra, mejorar la función muscular o articular.
Abrigo Térmico para entrenamiento de perro en Agility
Para el perro existen herramientas similares que sería bueno que los agilitistas conociéramos y utilizáramos cuando sea necesario, ya es posible adquirir en España, y también en latinoAmérica a través de www.ortocanis.com estos protectores de carpo o de tarso que nos pueden servir en los casos de lesiones musculares, articulares, o tendinosas tanto en su recuperación como en el inicio de la competición o para evitar recaídas. Las mantas de tejido cerámico ayudan a mantener el perro caliente entre manga y manga y a mejorar la recuperación post esfuerzo, extremadamente recomendable en tiempos fríos o ambientes húmedos.
La prevención debe ser siempre una prioridad.