Dentro de los tratamientos y actuaciones que debemos tener en cuenta con cualquier perro con problemas ortopédicos, el mantener su peso óptimo es la más importante.
CONSECUENCIAS DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD
El sobrepeso tiene varios efectos negativos sobre el sistema músculo-esquelético:
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Provoca que las articulaciones deban aguantar más peso, provocando deformación, inflamación y, por tanto, dolor.
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Según investigaciones recientes, el tejido graso no es sólo un depósito de energía. En realidad tiene muchos efectos sobre todo el cuerpo, y uno de ellos es mantener un estado inflamatorio crónico. Es por ello que, por ejemplo, perros con problemas articulares o dermatitis alérgicas empeoran el cuadro clínico al ganar peso.
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Además, todos los demás órganos y sistemas se verán afectados en mayor o menor medida por el exceso de grasa: se ha relacionado con la aparición de: Diabetes Mellitus (muy frecuente en gatos), cáncer, enfermedades hepáticas (lipidosis hepática, potencialmente mortal en gatos), problemas cardiorrespiratorios, fatiga, dermatitis,...
EL AUMENTO DE PESO ES UN “CÍRCULO VICIOSO”
El tejido graso hace aumentar la sensación de hambre del animal, pero este tejido no consume energía, por lo que el perro cada vez comerá más, pero seguirá “quemando” lo mismo, resultando en un aumento constante de peso.
El aumento de peso provoca molestias en articulaciones y dificultades respiratorias, por ello, el perro bajará su actividad, lo que favorecerá aún más los depósitos grasos.
El propietario del animal, al verle cada vez más apático, tenderá a acortar los paseos y a jugar menos con él, lo que provocará más aumento de peso.
MI PERRO TIENE SOBREPESO ¿QUÉ HAGO?
El peso depende sólo de dos factores: las calorías de energía ingerida y las calorías de energía gastada. A menos que alguna enfermedad del animal nos lo impida, debemos actuar sobre ambos:
Disminuir la energía ingerida: IMPORTANTE, nunca disminuir la cantidad de pienso recomendada por el fabricante, ya que además de restar calorías y grasa, también estaremos restando vitaminas, minerales etc, de manera que podemos provocar déficits nutricionales en el animal. La solución es utilizar piensos específicos para pérdida de peso, que mantienen la cantidad de nutrientes esenciales, pero son bajos en calorías. En el caso de tener animales mayores o con alguna otra patología, pedir siempre asesoramiento veterinario antes de hacer cualquier variación en la dieta.
Aumentar la energía gastada: debemos romper el círculo vicioso del que hablábamos anteriormente. Para ello, mantendremos una actividad física moderada y constante. A medida que el animal vaya perdiendo peso (con la ayuda también de los cambios en la alimentación), podremos ir subiendo la intensidad, ya que el animal lo tolerará cada vez mejor. ¿Cómo hacemos esto con los gatos? Aumentaremos el juego. Una buena idea que les “obligará” a jugar es esconder parte o la totalidad de su ración de comida en sitios altos o rincones de la casa, al aumentar su estímulo de búsqueda y caza, aumentaremos su actividad, se metabolismo y su bienestar mental.
¿Y SI MI ANIMAL NO PUEDE MOVERSE CON FACILIDAD?
El proceder será el mismo que en un animal sano, pero lograr un aumento de la actividad física puede ser más complicado. Por ello, y siempre con el asesoramiento de tu veterinario, debes ayudarle a moverse o estimular su musculatura. Se puede conseguir mediante:
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Uso de tandas de antiinflamatorio que permitan disminuir el dolor y aumentar las ganas de hacer ejercicio por parte del perro. El uso de condroprotectores de manera crónica también puede ayudar a conseguir este efecto.
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Uso de ayudas técnicas que reduzcan el dolor (por ejemplo, un protector de rodilla en animales con lesiones en el ligamento cruzado) o que le ayuden a poder mantenerse en pie (por ejemplo, sillas de ruedas para perros con debilidad de las extremidades posteriores)
Laura Pérez -Veterinaria de Ortocanis