La electroestimulación es una herramienta muy útil para potenciar la musculatura de un perro que ha sufrido una lesión o intervención quirúrgica y como resultado sufra atrofia muscular.

Podemos utilizar corriente eléctrica para estimular la musculatura, potenciarla y hacerla trabajar. Está especialmente indicada en casos de atrofia muscular, y sobretodo en casos en que el perro no puede hacer trabajo activo. Si el perro puede hacer trabajo activo la electroterapia será un apoyo, nunca la principal fuente de trabajo.

La forma del impulso que utilizaremos será la Rectangular, bifásica simétrica como indican los principales autores: Thepaut Mathieu 1992, Kramer 1984, Bircan 2002.

Los aparatos de electroestimulación humana se pueden adaptar para electroestimular perros sin demasiados problemas, pero nos debemos asegurar que podemos variar las frecuencias, y sobretodo las amplitudes del impulso eléctrico para adaptarse bien a las características propias del perro.
No hay buenos estudios de Cronaxia en perros, los valores aproximados son de 0.3 humana, 0.2 Caballos y en perros por estudios de menos calado intuyen valores similares;
Sawaya - Meallier 2006, Brodart 1998, Coarasa 1999


La Intensidad según Hultaman 1983, y Ogino 2002 debe ser elevada con contracción visible, sin llegar al límite del dolor pero si de la molestia. El perro debe soportar de forma confortable la sesión pero la musculatura debe trabajar de forma intensa.


La frecuencia la marcaremos según el objetivo, diversos autores validan esta opción: Pougheon 1992, Busko 1989, Vanderthommen 2002.

Objetivo

Frecuencia

Tiempo tratamiento

Tiempo reposo

Relajación:

5 Hz

Continuo

0

Calentamiento:

5 Hz

Continuo

0

“Endurance”:

10-20 Hz

9

2

Atrofia:

33 Hz

6

6

Fuerza:

50- 100 Hz

5

25

Fuerza explosiva:

100-200 Hz

3

30



Los parámetros pueden variar ligeramente atendiendo a las necesidades de cada caso.
El tiempo de reposo se puede ajustar si éste es activo. Es recomendable el uso de rampas antes de la contracción muscular fuerte.
La intensidad siempre debe ser la máxima manteniendo un relativo confort.
Tiempo total entre 10 y 30 minutos dependiendo de la fase de la lesión. Fatigar la musculatura excesivamente no ayuda a potenciar la musculatura de forma correcta.

Es  importante tener un aparato que cumpla con todos los requisitos, si este va a ser utilizado por un centro de rehabilitación canina u hospital veterinario se recomienda un aparato de sobremesa más profesional y con el que podremos usar programas específicos para cada uno de nuestros pacientes.

El uso de electródos de goma y gel de contacto es igualmente recomendable en animales con pelo.

Toni Fernández

www.ortocanis.com