Nombre: Tote
Raza: Mestizo
Sexo: Macho
Edad: 11 años
Patología: posible Mielopatía Degenerativa
A Tote lo encontraron hace años en la calle. Lo iban a llevar a una protectora, pero la familia que lo recogió se encariñó, así que se lo acabó quedando en su casa junto a sus otros animales (¡cuántas veces pasa esto...!). Tote es un perro con mucha energía, nunca para quieto.
Hace un año y medio empezó a cojear de una de sus patitas traseras. El veterinario determinó que el origen de esta cojera no estaba en los músculos, huesos o articulaciones, sinó en sus nervios; las órdenes que daba su cerebro para hacer mover sus patas, no llegaban a éstas. La enfermedad que padecía, no obstante, no se identificó. La cojera fue empeorando y se empezó a afectar también la otra patita trasera.
En este caso, tal y como pasa tantas veces en medicina y en veterinaria, se llegó a un diagnóstico por exclusión, es decir, mediante distintas pruebas se descartaron todas las patologías posibles. El diagnóstico fue la única que quedaba, y que no se "ve" en las pruebas: la Mielopatía Degenerativa.
La Mielopatía Degenerativa es una enfermedad neurológica. Suele afectar al Pastor Alemán o a sus cruces, pero también puede verse en otras razas. Provoca la muerte de células nerviosas de la médula espinal y es progresiva. De momento no existe un tratamiento curativo ni preventivo, por lo que se opta por intentar que el animal pueda hacer una vida lo más normal posible proporcionándole ayudas que le asistan en su movilidad.
Ha pasado un año y medio desde su primera cojera. Nuestro hiperactivo Tote tiene una debilidad mucho más marcada en las extremidades posteriores, pero aún conserva movimiento. Aún tiene fuerza en las patitas delanteras. En realidad, esto son muy buenas noticias, ya que al ser una enfermedad degenerativa, los perros suelen perder estas funciones bastante rápido. Y gran parte de la "culpa" de este mantenimiento de la calidad de vida es de sus propietarias: para evitar la pérdida de funciones y de masa muscular, le proporcionan baños diarios en piscina. Además, desde hace 3 meses, optaron por utilizar un arnés para las extremidades posteriores, para ayudarle a aguantar el peso de su cuerpo al andar. Pero Tote es muy activo y seguirle el ritmo puede ser complicado... por ello se han decidido por una silla de ruedas.
Recibimos su visita en noviembre de 2014. Teniendo en cuenta que es un perro muy activo y que hacía meses que no podía moverse de manera autónoma, su reacción en su primera toma de contacto con la silla no podía ser otra... no nos dio tiempo ni a ajustarle los soportes para sus patas traseras, en cuanto notó que se podía desplazar por él mismo, no había quien le parase...
Las sillas de ruedas devuelven la autonomía a los perros y les pueden ayudar en su rehabilitación y mantenimiento, ya que permiten que el animal pueda andar y mover sus extremidades sin necesidad de que tengan que apoyar todo su peso en ellas.
Tote, desde Ortocanis te deseamos mucha suerte, y una vida larga, feliz y activa.
Laura Pérez - Veterinaria
