La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria provocada por protozoos del género Leishmania. Existen alrededor de 30 especies de Leishmania, siendo en España Leishmania infantum la más importante.
Para que un perro adquiera leishmaniosis debe ser picado por un mosquito (en nuestro país, una hembra de Phlebotomus perniciosus) que anteriormente se haya alimentado de la sangre de un perro infectado.
La leishmaniosis es una zoonosis, es decir, una enfermedad que puede ser transmitida a los humanos. En España, no obstante, debido a la especie de Leishmania presente y a una muy buena salud general de la población es improbable desarrollar la enfermedad, aunque cada año se dan algunos casos. Debemos tener especial cuidado en personas inmunodeprimidas como enfermos de SIDA o que estén recibiendo tratamiento quimioterápico.
España es un país con una prevalencia muy alta de Leishmania, especialmente en la zona mediterránea.
Las épocas más cálidas son en las que hay altas probabilidades de contagio, desde abril a octubre. La transmisión es muchísimo más frecuente en perros que viven al aire libre, en zonas poco urbanizadas y a primera hora de la mañana y al anochecer.
Los signos clínicos más frecuentes de la leishmaniosis canina son los problemas en piel y ojos, sangrados sin motivo aparente y debilidad general. No obstante, la cojera es un síntoma también muy recurrente.
Las cojeras son debidas a la entrada en las articulaciones de parásitos y moléculas del sistema inmunitario del animal (anticuerpos). Estas dos entidades forman agregados llamados inmunocomplejos que dañan la membrana sinovial y resto de estructuras articulares.
Las cojeras provocadas por leishmaniosis se caracterizan por ser intermitentes e ir cambiando de articulación. Siempre que veamos una cojera deberemos consultar con nuestro veterinario. Es vital informarle en el caso de que hayamos notado cierto decaimiento, pérdida de peso, "caspa" o cualquier otro signo que, a priori, nos parezca poco importante o que no tiene nada que ver con el caso.
Actualmente existen unos test rápidos que, con tan sólo una gota de sangre nos permiten saber si el perro es o no seropositivo para Leishmania en 10 minutos. Está disponible en la mayoria de las clínicas veterinarias.
Tratamiento
El tratamiento de este tipo de cojeras pasará siempre por tratar la enfermedad causante. Actualmente existen varios tratamientos disponibles. La utilización de unos u otro dependerá del grado de afectación que tenga el perro, de la comodidad de administración y de la economía del propietario. En el caso que se considere necesario se pueden administrar antiinflamatorios para disminuir el dolor articular.
La leishmaniosis es una enfermedad crónica y la eliminación total del parásito se presume imposible, aunque en la mayoría de casos la mejoría es muy notable y muchos perros conviven hasta ancianos con la enfermedad.
Pronóstico
El pronóstico es difícil de aventurar, ya que se trata de una enfermedad que, aún con tratamiento médico, depende muchísimo del sistema inmunitario de cada animal en particular.
Prevención
Es muy importante proteger a nuestro perro de la enfermedad. Ningún método ha demostrado ser 100% efectivo, es por ello que siempre deberemos usar más de uno. Se suelen atacar dos frentes:
- Evitar que el mosquito pique: se consigue con repelentes en forma de pipeta y/o collar. Evitar que el perro esté en el exterior a primera hora de la mañana y a primera de la noche.
- Reforzar el sistema inmunitario frente a Leishmania infantum: actualmente en España se comercializa una vacuna y también un jarabe a base de domperidona. Ambos estimulan las defensas “útiles” para impedir que los parásitos provoquen enfermedad.
NOTA IMPORTANTE: esta información es válida para España. En otras regiones del mundo, la leishmaniosis puede estar provocada por otras especies del parásito e incluso el mosquito que la transmite puede ser diferente. Por este motivo, en muchos países esta enfermedad tiene una prevalencia muy alta en humanos y es muy grave. También es posible que los métodos de prevención sean muy distintos. Cada país en particular legisla la manera de actuación. Por favor, consulten al veterinario de su zona.
Laura Pérez - Veterinaria de Ortocanis